miércoles, 20 de septiembre de 2017

El mar de noche

Fecha en que fue vista: 30/06/2017
Ficha técnico artística
Autoría: Santiago Loza
Actúan: Luis Machín
Diseño de vestuario: Magda Banach
Diseño de espacio: Alberto Albelda
Diseño de luces: David Seldes
Diseño sonoro: Patricia Casares
Fotografía: Alejandra López
Diseño gráfico: Leandro Ibarra
Asistencia de iluminación: Estefanía Piotrkowski
Asistencia de dirección: Gastón Ré
Prensa: Carolina Alfonso
Producción Comercial: Marcelo Riva
Dirección de Producción: Romina Chepe
Dirección: Guillermo Cacace
Teatro: Apache Sala Estudio


Uno ingresa en la bella sala apacheta y su único actor (Luis Machin) ya se encuentra en el escenario, sentado en un sillón, con un vaso de agua en su mano y una expresión  corporal que transmite desolación y una tristeza profunda.
El mar de noche es poesía pura, cada palabra de este texto deja marca. Un guión lleno de detalles que uno puede imaginar y sentir a la perfección lo que está sucediendo en el escenario. Un guión que permite que el espectador de alguna manera conecte con el desamor que está viviendo y relatando su protagonista.
En algunas escenas la obra llegó a producirme incomidad corporal, me surgia una inmesa necesidad de moverme, de correrme del lugar donde estaba.  Por momentos sentí que el dolor por el desamor que transmitía el personaje estaba en mi cuerpo. Como si algo de esa sensiblidad y vulnerabilidad se hacia carne en mí.
Una precisa dirección que se puede observar en los detalles, en como este personaje se posiciona en el escenario.
Una obra profunda, que duele. La actuación de Luis Machin es admirable, conmueve ver como con tan pocos movimientos corporales expresa emociones tan fuertes. Transmite con mucha sensibilidad cada palabra que dice y los silencios también cobran un lugar de profundidad y de mucho decir sin decir.
Una obra de esas que sé que no voy a olvidar.



miércoles, 13 de septiembre de 2017

Yo no duermo la siesta

Fecha en que fue vista: 06/09/2017

Ficha técnico artística
Dramaturgia: Paula Marull
Actúan: Mauro Alvarez, Agustina Cabo, Laura Grandinetti, Sandra Grandinetti, Luciana Grasso, María Marull, Marcelo Pozzi
Vestuario: Jam Monti
Escenografía: Jose Escobar, Alicia Leloutre
Iluminación: Matías Sendón
Diseño gráfico: Natalia Milazzo
Asistencia general: Daiana Longoni, Santiago Rodríguez Durán
Prensa: Carolina Alfonso
Supervisión dramatúrgica: Javier Daulte
Coreografía: Silvia Gomez Giusto
Dirección: Paula Marull





La historia transcurre en una casa donde vive Rita, su madre, su tío y Dorita que es la empleada. La misma está ubicada en algún pueblo que uno puede imaginar a partir de las actuaciones. Hay distintas escenas donde queda reflejada la vida de pueblo, una de ellas es que más de una vez todos los que se encuentran en esa casa salen a la vereda a ver cómo pasa la moto del hijo de Cacho (un vecino). 
Dorita está al servicio y cuidado de todos los integrantes de esta casa, transmite estar desbordada, cansada, angustiada por una crisis amorosa.
Esta obra es un viaje a la infancia, a un tipo de infancia donde la creatividad es la protagonista del juego entre dos niñas (Rita y Natalí) vecinas. 
 Natalí ante el pedido de Dorita de que vayan a descansar luego del almuerzo dice “Yo no duermo la siesta” como marcando el límite y el deseo de seguir creando mundos mágicos con su amiga. Es así que en ese horario donde los pueblos se paralizan, no paran de jugar, de crear, hasta realizan un video clip.
Es una obra donde el humor, la ternura, la inocencia y la crueldad están presentes. También se puede ver con mucha naturalidad la espontaneidad de las niñas en el decir sin pensar lo que se está diciendo. Enunciando verdades que nadie se anima a decir.
El espacio callejón aloja de una manera muy natural a esta historia donde uno puede disfrutar de una obra sensible y sencilla, muy bien realizada donde el amor y el juego son los grandes protagonistas.

martes, 5 de septiembre de 2017

La omisión de la familia Coleman

Fecha en que fue vista: 26/03/2017

Ficha técnico artística

Libro: Claudio Tolcachir
Actúan: Jorge castaño, Diego Faturos, Tamara Kiper, Inda Lavalle, Cristina Maresca, Miriam Odorico, Gonzalo Ruiz, Fernando Sala
Diseño de luces: Ricardo Sica
Fotografía: Giampaolo Samá
Diseño gráfico: Johanna Wolf
Asistencia de dirección: Gonzalo Ruiz, Macarena Trigo
Prensa: Marisol Cambre
Producción ejecutiva: Maxime Seugé, Jonathan Zak
Dirección: Claudio Tolcachir
Teatro: Paseo La Plaza

La primera vez que ví a esta familia fue en timbre 4, teatro que es su casa. Ahora estaba yendo hacia la calle corrientes después de 6 o 7 años de haberla visto, me preguntaba cómo sería salir de su casa, su barrio.
Tenía muchos recuerdos de las sensaciones que me produjo esta obra, y por sobre todo una pregunta que nuevamente me surgió viéndola esta segunda vez  ¿Por qué en escenas donde algunos nos angustiamos, lloramos otros ríen? Creo que las respuestas son múltiples pero de todas formas no puedo dejar de pensar como respuesta a esta pregunta que el drama a veces es tan profundo, nos moviliza, nos duele tanto que mejor reír para tolerarlo.
Una convivencia familiar que transmite constantemente que cada integrante parece agobiado,con una soledad muy profunda, parecería que están encerrados en una trama familiar de la que no puede salir y el espectador puede preguntarse ¿Por qué se sostienen estos vínculos familiares?
Cada personaje de esta familia tiene un gran abanico de matices donde uno puede sentirse reflejado en alguno de ellos. Se entrecruzan varios temas, la familia, la violencia, la locura, la normalidad, la soledad, los recursos emocionales de cada persona. Y es este entrecruzamiento el que me angustió hasta las lágrimas. La dirección es excelente y las actuaciones son tan maravillosas que uno ve todos estos temas de una manera clara, cruda, directa.
 Es una obra que genera el espacio para que uno se plantee varias preguntas ¿Qué es la locura? ¿Qué es la normalidad? ¿Quién es “el loco” en esta familia?
Esta familia (porque parecería que tantos años realizando esta obra los llevo a formar una familia) transmite una naturalidad en lo que uno ve en el escenario que realmente se puede ver el compromiso de los actores con sus roles. Una familia muy generosa que permite que el espectador entre en la trama si lo desea.

Teatro Comunitario

Ayer fui a Parque Saavedra a ver Teatro Comunitario. Una de las integrantes de Alma Mate De Flores, grupo de teatro comunitario, me invitó a...